Carola y Pía
Carola Rackete, capitana del Sea Watch 3, ha sido detenida por salvar 40 vidas humanas. Que el fascista de Matteo Salvini ordene su detención y ningún dirigente europeo abra la boca demuestra el grado de connivencia de la UE con las políticas de extrema derecha.
Se puede decir con toda franqueza que Carola es la primera víctima del neofacismo del siglo XXI
Su delito salvar vidas de inmigrantes en tiempos de que " los inmigrantes son los culpables la causa de los bajones económicos según el discurso de la extrema derecha
Esposada ofendida por los que la arrestaron esta mujer le está dando una lección de dignidad al planeta
Y nuestros hijos e hijas llorarán y se preguntarán cómo fue posible, cómo lo permitimos; como ya lo hicimos nosotros viendo La lista de Schindler o La lengua de las mariposas.
La joven capitana descendiendo por la escalerilla, el policía que la agarra del brazo, las decenas de guardias, hombres, custodiando la rampilla en el pantalán, cruzándose miradas entre ellos ante los gritos de los que fueron a insultarla
–»¡Espero que te violen cuatro negros!», «¡Ponedle las esposas!», «¿Te gustan las pollas negras?», «¡Primero los italianos! ¡Primero los italianos!»
–. El fotógrafo del cuerpo policial registrando el momento, corriendo para tomar una nueva instantánea, como si fuese una escena de acción. Ella avanzando en silencio con paso sólido y el gesto serio hacia el coche patrulla; entonces ese instante en el que todo se suspende mientras espera a que abran la puerta. Aparece una mano sobre su brazo desnudo: una mano masculina, de alguien no uniformado, quizá de su tripulación, parece que quiere arroparla, con timidez, y de repente, otra mano, ahora claramente de un policía, sobre su espalda, desplegando los dedos bajo su cuello, impulsándola a introducirse en el coche, un gesto de milésimas de segundos en los que se intuye la aspiración de ser parte de la detención de la decencia, aunque sin convencimiento; quién sabe si sabiéndose indigno de rozar esa piel dorada por el sol, crujiente de juventud, salitre y valores, el acuerpamiento de lo que un día no tan lejano proclamó Europa como su norma y sentido: la defensa de la vida, la justicia y la esperanza en el futuro. Sus naciones sabían que fuera de ahí sólo cabe la autodestrucción y la desolación
Nuestro imaginario de lo que está bien y de lo que está mal está siendo bombardeado a través de la guerra que el Norte Global libra contra las personas que huyen del Sur. Ellas son sus víctimas colaterales, pero el objetivo a abatir son nuestras conciencias. Cuantas menos personas queden como referentes de que existe la posibilidad de la resistencia, más engrasada estará la maquinaria de superiores e inferiores
machismo que sigue orientando dónde fijamos nuestra mirada.
En las últimas semanas, además de su caso, ha acaparado la atención mediática el de la también capitana Pia Klemp, que se enfrenta a 20 años de prisión acusada en Italia de fomentar la inmigración ilegal. Su foto en la sala de mandos de la embarcación de la ONG alemana Iuventa ha sido ampliamente compartida en las redes sociales. Su evidente belleza, su cuerpo fuerte y tatuado, su mirada firme, sosegada y traslúcida son de una fuerza comunicativa incontestable. Concilia todo lo que puede abominar la ola fascista, conservadora,anacrónica misógina y clasista que recorre el mundo: una mujer liberada de corsés, con determinación y hermosura dinamita el estereotipo que los neomachistas quieren construir de las feministas.
en nombre de lo "políticamente correcto" en nombre de la"democracia"
cada vez me da más asco la dichosa palabreja
El fascismo eurocentrista ha consumado su más reciente esperpento, privar de su libertad a quien ha dedicado su vida a salvar vidas.
Las vidas de los más desamparados, las vidas que no valen nada para el bestial neoliberalismo.
Y lo celebran.
Detenida la capitana del Sea Watch tras atracar en Lampedusa con 40 personas rescatadas en el mar
El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, ha celebrado la detención de la capitana del barco de la ONG Sea Watch, Carola Rackete, a la que acusó de «comportamiento criminal» por haber puesto en peligro la vida de los agentes de la Guardia di Finanza durante su maniobra para atracar en el puerto de la isla italiana de Lampedusa.
Salvini, que había impedido la entrada en el puerto del barco humanitario con 40 personas rescatadas hace 17 días, se mostró satisfecho porque se han cumplido sus peticiones de arresto de la capitana, la incautación del barco y la reubicación de los migrantes en países de la Unión Europea.
En declaraciones en la radio pública italiana RAI1, Salvini aseguró que los migrantes irán a cinco países de la UE, aunque no los citó, y atacó al Gobierno holandés por «su vergonzosa indiferencia» respecto a un barco que lleva su bandera.
La alemana Rackete, de 31 años, atracó el barco por sorpresa hacia las 01.50 hora local (23.50 GMT) en el muelle comercial de Lampedusa y durante la operación chocó contra una patrullera de la Guardia de Finanza (policía financiera y de fronteras italiana) que intentó obstaculizar su entrada.
La capitana fue arrestada posteriormente y conducida al cuartel de la pequeña isla por los delitos de resistencia y violencia contra buque de guerra, contemplados en el código de navegación, que conllevan penas entre 3 y 10 años. Además, Rackete estaba siendo ya investigada por favorecer la inmigración ilegal.
Los medios de comunicación italianos informaron de que la capitana podría quedar en arresto domiciliario en espera de la celebración de un juicio inmediato.
Los 40 migrantes que se encontraban a bordo fueron descendiendo durante la noche y se sometieron a las practicas de identificación que se completaron a las 7.30 horas (5.30 GMT).
También descendieron del barco los cinco parlamentarios (Davide Faraone, Graziano Delrio, Matteo Orfini, Nicola Fratoianni y Riccardo Magi) pertenecientes al Partido Demócrata (PD), Izquierda Italiana (SI) y +Europa que había subido al barco este jueves en solidaridad a la capitana y la tripulación.
Hoy en día la antinomia se ha extendido hasta el punto de que una capitana Carola Rakete, puede acabar entre rejas por rescatar de una muerte segura a cuarenta náufragos. La omisión del deber del socorro es una ley sagrada del mar, muy anterior a esos revoltijos legales con los que los picapleitos de la Unión Europea han conseguido transformar el Mediterráneo en un espacioso campo de concentración bajo el que reposan docenas de miles de personas. La antinomia llega al extremo de que el promotor de esta barbarie lleva el apellido de Salvini, que no tiene nada que ver con el verbo “salvar” pero sí mucho con su padre ideológico, Mussolini.
cabe preguntarse si el mundo no estará patas arriba, si la transvaloración de todos los valores de la que hablaba Nietzsche no será precisamente esta basura, si el Diablo no se estará riendo a carcajadas al leer los periódicos cada día, sin necesidad de mover un dedo.
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