domingo, 25 de noviembre de 2018

Los muñequitos de Monacolandia

Mónaco es un país poderoso tiene circuitos de fórmula 1 un magnífico festival de circo grandes casinos pero no son lo más importante 
Lo más importante es su famosa familia real  no es sólo familia es su industria nacional que desde hace décadas más de cinco vienen llenando ríos de tinta en las publicaciones de lo superficial 
Los grimaldi son como una casa de muñecas que salen a su balcón de juguete 
Si en siglos atrás las monarquías en pleno mama papa nene primos sobrinos allegados perro posaban para óleos hoy posan desde su balcón de oropel 
Posan sin corona pero embarrados en Chanel number Xxxxxx  con toisones
Charreteras uniformes y medallas de batallas que nunca libraron ni a los taquitos vaya 
Bajo los muros de ese balcón Barbie hay un paraiso fiscal y un estado bonsai 
Pero la familia real disfunciónal e incalificable que escándalos romances amores desamores multi amores y tarros multi tarros , maridos curdas ,conocen las cuatro quintas partes de la humanidad 
Que si carolina que si Estefanía están con malanga y su puesto de viandas que si alberto tiene como no se cuantos hijos que si es algo rarito ect .
Luego viene la tercera generación el objetivo es perpetuar la especie de la familia más seguida en el mundo ,hasta cuando van al baño a evacuar la cena del día anterior 
En su tiempo carolina de Mónaco era la mami más deseada del papel couche hoy con sus 61 años sigue siendo el mascarón de proa aunque ya vamos a por la tercera generación donde su hija Carlota es el nuevo mangón carga con el san Benito de ser la más perseguida por los paparazzi .
En la vida real Carlotica es muy parisina por su puesto la princesa del más glamour de los estados no la vas a ver en la Habana vieja comiéndose un pan con croqueta ni "fajá" con un P4 
Se dedica a la hípica la filosofía y el amor "fou" (no el fou que peste )y las despedidas de soltera del pijerio internacional desde luego Carlotica ni su mama  han cogido una frazada y un palo de trapear 
Y el mundo sigue sus amores y desamores 
No hay algo tan pintoresco que entrar a un solar de la Habana ver a dos cubanas pintándose las uñas de las manos y los pies y leyendo y comentando tanto glamour 





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