El nieto de Lula

2 de marzo del 2919  

Llora Lula, te acompañamos en tu dolor

Destroza el alma que un hombre tan noble como Lula da Silva deba sufrir tanto, que no fue siquiera un Robin Hood, porque le dio a los pobres sin arrebatarles las riquezas a los ricos ni jamás levantó un arma para dañar a nadie. ¿Puede imaginarse algo más triste y cruel que enterrar a un nieto cuando ya la vida te cobra con el desgaste físico tus batallas  juveniles?. Pues esa es la última prueba que le ha puesto el destino por delante a Lula.  Ir este sábado hasta las afueras de Sao Paulo a sepultar a su nieto de 7 años Arthur Lula de Silva, quien murió de meningitis. Arthur lo había visitado dos veces en la cárcel como para darle ánimo: - “Abuelo, no desfallezcas, un día haremos regresar el Brasil solidario de los humildes, por el que has luchado tanto”. Esta vez no se atrevieron a negarle el permiso. Sería demasiada insensatez,  pero no lo autorizaron cuando murió en enero pasado a asistir al sepelio de su hermano a pesar de que la ley autoriza a los presos a asistir a funerales de familiares. En febrero del 2017 había sufrido la muerte de su esposa Marisa y en abril próximo cumplirá el primer año en prisión tras la extensa sentencia a la que fuera condenado sin que se le pudiera probar ningún delito. Hay mucho odio contra Lula porque tuvo la osadía de pensar en los pobres que nada tenían y no se vendió a la oligarquía que ya lo tenía todo.    

Lula “está muy triste, dice que nunca esperó una noticia como esta; que debería estar prohibido que un padre entierre a su hijo, que un abuelo entierre a su nieto”, según contó la presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann tras visitarlo. 

 Lula, llora, sabemos que el golpe es demasiado fuerte. Se nos hace un nudo en la garganta de imaginarte en este minuto. Solo puedo dejar plasmado aquí con absoluta certeza que somos millones y millones de seres  los que te acompañamos en tu tristeza y en tu lucha.