La historia de los leones vegetarianos del zoológico de La Habana no es menos reveladora, aunque corresponde su comienzo a una época ya pasada. Ocurrió durante los años duros del Periodo Especial, entre 1992 y 1995, cuando debido a la escasez de proteínas la población adelgazó tanto . Por aquella época en el zoo de La Habana hubo que inventar de todo para que no pereciesen de inanición los animales, especialmente los carnívoros, y uno de los inventos consistió en alimentar a los leones con un preparado cuya materia prima era el boniato. Se cuenta -y esto ya es chismografía popular de altos quilates- que en una ocasión se escapó una de las fieras del zoo de Santa Clara, pero durante su fuga por la ciudad el animalito no rugió ni tuvo instinto agresivo alguno. Dicen las malas lenguas que, extrañados por tal conducta, los veterinarios investigaron y se percataron de que el león era ya casi un herbívoro: al parecer un cuidador desviaba la carne destinada al león a la bolsa negra y éste comía productos de la huerta.
Los cuentos del Periodo Especial en el zoo de La Habana son inagotables... y truculentos. En uno de los estanques del hermoso parque ajardinado, de 23 hectáreas de extensión, vivían los patos. Al comienzo de la crisis había unos 200 ejemplares, de los que sobrevivieron sólo una veintena. Los que escaparon a las trampas nocturnas de los vecinos desarrollaron una singular habilidad: todavía hoy se les recuerda como los patos ninjas por los saltos que daban.
La directora del zoo, habla de aquella época con dolor pero a la vez con orgullo: 'En cualquier otro país del mundo que hubiese pasado lo que aquí pasó no hubiese quedado vivo ningún animal de cuatro patas',....y tenía razón
hasta el avestruz se hubieran comido.
seguimos con el zoo de 26 la , los pocos animales que hay, y lo maltrechos que parecen,estan a dieta
Si no me equivoco en todos los zoológicos del mundo está prohibido dar de comer a los animales.... Pues allí es común que los visitantes les den de todo a los animales, que comen lo mismo “pellys” que pan con croqueta.... Hasta los leones.
«Eso, sin mencionar que las jaulas están casi todas vacías; o simplemente los animales fueron cambiados de lugar y ya los carteles de identificación no coinciden con los que están dentro de las jaulas. O simplemente los carteles no están y no puedes explicarle a tu niño de qué animal estamos hablando».
En ningun zoo del mundo usted oye el regguetón a elevado a todo volumen en las cafeterías, al punto de que es casi imposible hablar con la dependiente y pedirle lo que uno quiere....a no ser que sea por lenguaje de sordos e hipoacústicos
El show de los payasos es, de baja calidad para público tan respetable como los niños. Y una vez que terminan las presentaciones, allá va el sonidista a meter el reggaeton a toda castaña
Me pregunto qué relación podrán tener esos excesos con la paz y el encanto de la magnífica naturaleza de aquel sitio, que fue una belleza en su momento.
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